El miedo a perderte, hizo que te perdiera para siempre

Escribo sobre ti en esos días en los que la tristeza se vuelve una tormenta. El tiempo que pasa, las huellas que quedaron, el pasado que atormenta. 

¿Cómo pude vivir sin buscarte?                   ¿Cómo tuve la fuerza de abandonarte?

Créeme, realmente luché por no decirte que te amaba y odié las veces que decías que no podías olvidarme cuando seguías con ella. 

¿Cómo podría decirte que sentía lo mismo?¿Cómo podría romper un corazón que no era mío ni tuyo? 

Te odio. Te odié en esos momentos, quería gritarte y reprocharte todas las cosas que te dije. ¿Por qué salir con alguien más cuando tu corazón aún le pertenece a otra persona?

Sé que dirás que yo fui la mala de esta historia y no te culpo, sé que herí tus sentimientos, pero no fue porque no te quisiera; yo te amaba tanto, te amaba tanto Irving que al escribir esto se me inundan los ojos del dolor y del amor que aún te tengo.

Ojalá que lo entiendas, no te deje ni te ignore porque no fueras suficiente, eras más que suficiente para mí. Mi estómago revoloteaba al oír tu voz, mis manos temblaban por querer tocarte y mi boca saboreaba las ganas de poder besarte. 

Te amaba de verdad, me asustaba la idea de no ser suficiente para ti, de no ser quien creías que era, estaba llena de miedos e inseguridades tratando de superar un dolor y un amor que sentí por primera vez; pero luego apareciste, con tu sonrisa perfecta y tus ojos coquetos ¿cómo no enamorarme de ti? 

Creía que sería algo pasajero, algo superficial, pero no, cada día ese sentimiento iba creciendo, más y más fuerte que me volvía loca; quería decírtelo, pero el miedo a sentirme vulnerable me hacía decir lo contrario. 

“Lo alejaré primero para que no pueda herirme, lo dejare para que no pueda dejarme, porque realmente no sobreviviré  si algún día se va de mi lado con todo ese amor inmenso e incomparable que yo siento por él.”

Pero que ilógico, no quería enredarte al caos de mi vida, creí que alejándote te salvaría de mis miedos más profundos, pero al final no sobreviví a lo que yo misma cause, me hice daño a mi misma por perder lo mejor de mi vida sin antes haberme permitido vivirla a tu lado, tú eras lo mejor de mi vida y me di cuenta demasiado tarde.

Te lastime, me lastime, te odie pero me odie más por no haber sido valiente; no quería escuchar que la realidad me gritaba que alguien me amaba de verdad, que yo te amaba de verdad; no quería sentirme herida por el miedo a perderte, pero te perdí y hoy me doy cuenta. Tu ausencia resuena incluso en silencio. 

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